El Crucificado vive y eso nos llena de una alegría que es imposible de contener.
Nosotras podemos decir que pasó el extremo de la entrega el Jueves Santo, que ha pasado el dolor que cruje el hondón de Viernes Santo y ese silencio sabático que asombra y deslumbra y sobre todo nos gozamos en el paso del Señor que nos hace nuevas en la alegría desbordante que nace de la fe y el amor .
El anuncio de la Resurrección y de que el vive en medio de nosotras no podemos pararlo como es imposible parar la primavera ¿acaso podemos parar los brotes de vida que están surgiendo en el campo? ¿Acaso podemos poner la mano e impedir que el sol salga cada mañana? … Hay cosas que nos sorprenden por su intensidad y tienen la capacidad de mover nuestra tierra…
Nosotras podemos decir que durante estos días en la Sierra de Francia (Salamanca) Jesús ha salido a nuestro encuentro bajo mil y un disfraces que han tocado nuestro corazón desde el compartir sencillo de las gentes de estos pueblos. Es el disfraz de lo sorprendente que ha dejado ante cada una de nosotras un espectáculo asombroso que ha tocado y ha afectado nuestro corazón y nuestra vida.
No tengo ni plata ni oro, te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar; Creo que esa es la experiencia más honda que resume nuestra vivencia, el compartir con gente sencilla y que vive muchas veces arraigada a tradiciones pero que vive convencida de que Dios está presente en toda su vida, y eso es lo que nos han regalado y nosotras hemos gozado y hemos regresado con el corazón lleno de Dios para seguir ofreciendo cada una lo poquito que está en nosotras, porque Él vive a nuestro lado.
¡¡ ALELUYA, CRISTO HA RESUCITADO !!
¡¡ ALELUYA, CRISTO VIVE HOY !!
Un abrazo,
Mª Angeles
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