PASCUA FAMILIA TERESIANA AVILA 2009

viernes, 17 de abril de 2009

“Yo no quiere que claven a Jesús”, con estas palabras tan inocentes a la vez que profundas e impresionantes, Jess, el más pequeñín de los Ejercicios - Pascua de la Familia Teresiana, Ávila 2009, nos hizo sonreír, pensar y orar en la celebración preparada por los niños a la que fuimos invitados los adultos el Viernes Santo.
Esta sencillez, familiaridad y hondura han marcado todo lo vivido estos días de Semana Santa para los que hemos asistido a los Ejercicios-Pascua de la Familia Teresiana. Y para ocuparse, cuidar y facilitar la experiencia de la pascua a los 7 niños (Jess e Isabel, Pablo y Nicolás, Yin, Ángela y Mar) estuvieron Brenda, Carmen y Inma. Para mí ha sido una experiencia muy bonita, ya que he podido acompañar a los niños en el camino de la fe, de transmitirles lo que nos quiere Dios a través de su hijo Jesús, y la necesidad de estar “Conectados” a él. La felicidad que se veía en la cara de los niños, las oraciones y las celebraciones compartidas con los mayores, han sido un regalo fuera de lo habitual, ya que a esto no le dedicamos mucho tiempo en nuestro vivir de cada día. Mi tarea en estos día ha sido la de ser mediación, entre el grupo de ejercicios y el grupo de niños. Creo que el objetivo ha quedado altamente conseguido.
Pero lo esencial ha sido que se ha cumplido el “nombre” de a lo que hemos sido convocados: Ejercicios- Pascua para la Familia Teresiana. El sentimiento (y realidad) de familia ha sido patente todo el tiempo, desde la confianza con la que compartíamos en las oraciones y la sinceridad en las evaluaciones, hasta el detalle de que en las comidas nos sentábamos mezclados y cualquiera se ocupaba de que los niños comieran o de cortarles el filete. Los pequeños no echaban de menos a sus padres, pero en cuanto les veían salían corriendo a contarles qué habían hecho, por que no han estado en una “guardería”, guardaditos para que no molestaran a los mayores que hacíamos nuestras cosas tan serias, sino en una Pascua Familiar y a su nivel han vivido el misterio de amor de estos días, han tenido sus oraciones, sus celebraciones, sus fichas de trabajo,… y por supuesto sus juegos, excursiones y paseos. Para todos ha sido un gozo vivir la Pascua con los niños, especialmente para los padres pues no hay muchas posibilidades de tener experiencias tan ricas en familia. Todos hemos experimentado que el concepto Familia Teresiana es mucho más que una idea o un sueño de S. Enrique, es ya una realidad que vivimos con naturalidad y alegría, como don que hemos recibido y acogemos con cariño y corresponsabilidad. Sólo nos queda decir, el año que viene: “Ven y lo verás”,… compartir, orar, sonreír, disfrutar….
Un abrazo
Inma

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