DESDE TANGER

viernes, 27 de febrero de 2009

En un mundo cambiante, la vida religiosa busca como dar respuesta a los nuevos retos. La interculturalidad, la interreligiosidad, la intercongregacionalidad, son retos apasionantes que alumbran comunión. De la mano de la emigración, herida sangrante de nuestro tiempo que evidencia las diferencias e injusticias del mundo, nos adentramos en ellos, tras pedirle como Moisés a Dios: “Si no vienes tú con nosotras, no nos hagas partir de aquí”. Y hemos escuchado de Él: “Yo mismo iré con vosotras y os daré descanso” (Ex.33, 14-15). Lo que vivimos y donde vivimos no es neutro. Todo nos va haciendo y Dios habla en los acontecimientos. La tres hermanas que formamos la comunidad intercongregacional de Tánger, Mila (Compasión), Inma (Vedruna) y MªAngel (Ursulina), venimos marcadas por el estilo de las comunidades de inserción y hemos contactado en el trabajo práctico a favor de los más desfavorecidos en la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía. Así, la presencia en la calle en la denuncia pública, el trabajo amplio en red y el salir al encuentro del otro, se han hecho ya estilo en nosotras. Venimos con el bagaje de la riqueza de nuestras identidades religiosas, nuestras experiencias misioneras que nos han hecho y madurado, y con el deseo de ser signo de comunión, en nuestras congregaciones, y en esta tierra bendecida por Alá. Marruecos, país emisor y de tránsito de migrantes, que cuenta con tres millones y medio de sus conciudadanos viviendo fuera de sus fronteras, y país tapón de la inmigración subsahariana que sube hacia Europa; país vecino, hermano y extraño a la vez, lugar de encrucijada, nos acoge y abre sus puertas. En Tánger optamos por la diversidad y la complementariedad comunitaria, convencidas de que la misión es única y compartida en el entretejido de diferentes carismas, conservando cada una la riqueza de nuestra propia familia religiosa. Mantenemos con nuestras congregaciones y comunidades de referencia contactos frecuentes y comunicación fluida. Ellas, la Comunidad de Ursulinas de Málaga, la Comunidad de la Compasión de Cádiz y la Comunidad Vedruna de Puerto Real, nos apoyan y alientan. En este tiempo de preparación e inicio, nos reconocíamos en una experiencia de anunciación. “Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen llamada María…”. También nuestra llamada estaba contextualizada, se producía en un tiempo y un lugar concreto. En este momento, marcado por la herida de la emigración; en esta ciudad, Tánger, lugar de encuentro de culturas; a estas congregaciones, que viven la encarnación y la compasión.
Inma Gala y Mª Ángel Marco han participado en Monte Carmelo en Ediciones Anteriores.
Recibid nuestro abrazo fraterno... no os olvidamos